miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL LENGUAJE MULTIMEDIA




¿Qué es Multimedia?

En la década de los '90, a diferencia de otras anteriores, algunos de los libros más vendidos no fueron de ficción, sino que se trataron de ensayos sobre los cambios que la tecnología aplicada a las comunicaciones están provocando en la organización de la sociedad. Entre estos best-sellers están Ser Digital, de Nicholas Negroponte; Camino al futuro, de Bill Gates, y Homo Videns, de Giovanni Sartori. Esta nueva literatura nos advierte de la importancia de "estar conectados" a las redes telemáticas. La necesidad cada vez más imperiosa de dominar las computadoras es algo tan real como lo fue saber montar un caballo hace cien años.
Dentro de todo el conjunto de nuevos saberes, el término multimedia comenzó a ganar espacio como la forma hegemónica en la que circulan información y entretenimiento. Atrás están quedando los textos insípidos, los conceptos pobres en forma, color y sonido. Y mientras algunos autores afirman que estas nuevas vestimentas otorgan al concepto original mayores virtudes -como una apreciación "más natural"- otros más críticos sostienen que la forma quita protagonismo a los contenidos, de manera perjudicial, a la vez que los seres humanos vamos perdiendo una de las características más importantes de su inteligencia: la capacidad de abstracción[1], acompañada de un sesgo a la imaginación.
Pero, ¿qué entendemos por multimedia? "Es cualquier combinación de texto, arte gráfico, sonido, animación y video que llega (...) por computadora u otros medios electrónicos"[2]. A medida que el hardware fue progresando y las computadoras fueron capaces de manejar mayores volúmenes de información en una misma unidad de tiempo; y con los avances en los procedimientos de digitalización de distintas señales analógicas -como el sonido, las fotografías y los videos- ya no hubo impedimentos para poder combinarlas en un multilenguaje que busca, por sobre todas las cosas, dotar de realismo a los contenidos que transmite. Claro que entre la realidad y el multimedia hay una brecha que la llamada Realidad Virtual (VR) intenta acortar, pero eso no es, por ahora, algo que nos interese profundizar.
Otro concepto muy emparentado con multimedia es "interactividad", tal es así que a veces se usan indistintamente. El marketing a menudo presenta un producto como interactivo cuando en realidad no lo es. Sólo cuando un producto multimedial proporciona al usuario final ciertas capacidades de operar sobre su estructura -como controles de navegación, la posibilidad de introducir respuestas o decidir el modo en que se visualiza la información- entonces podemos hablar de multimedia interactiva, aunque reconozcamos que hay distintos niveles de interactividad, como veremos en textos posteriores.
Una mínima referencia a la interactividad es vital para comprender el auge que el multimedia tiene en la actualidad. Cuando examinamos un producto "cerrado" -como un CD-ROM- estamos limitados, en términos de interactividad, a toda la información que cabe en el disco. Y aunque para elementos como el texto unos 650 MB (megabytes) pueden considerarse una cantidad enorme, para otros elementos más pesados -como el video- terminan siendo pocos. Al cabo de una hora habremos transitado por todo el contenido del CD-ROM. Sin embargo, un desarrollo paralelo extendió las capacidades de acceso a la información multimedial. La expansión de la World Wide Web (WWW)[3]. puso al alcance de los usuarios conectados una enorme cantidad de contenidos. Las capacidades de los navegadores -como el Netscape Communicator o el más conocido Internet Explorer- para manejar audio, video, textos, animaciones y fotos, nos permiten hablar ahora de "envases abiertos". Gracias al hipertexto y al hipermedia podemos recorrer un universo casi infinito donde podemos encontrar nuevos contenidos multimediales. En este sentido también fueron beneficiosas los desarrollos de lenguajes de programación como Java y Active-X, y formatos estándar como QuickTime, AVI, MPEG y MP3. Sobre estos conceptos volveremos más adelante.

La importancia de la digitalización
Antes de entrar en el detalle de los elementos que componen el multimedia, es importante detenernos en el proceso de digitalización de señales analógicas. Una computadora -o cualquier dispositivo multimedial, como los kioscos de información- necesita procesar sus informaciones de manera digital, reduciendo toda la data a bits. Siguiendo a Negroponte, "digitalizar una señal es tomar muestras de ella de modo que, poco espaciadas, puedan reproducir una réplica aparentemente perfecta"[4]. De este concepto se desprende que nunca una señal digital va a ser exactamente igual a la señal analógica que se introdujo en un sistema, pero nuestro cerebro -destinatario final de cualquier trabajo multimedia- es sensible a la sugestión y puede ser fácilmente engañado si digitalizamos de manera adecuada.
Un equipo multimedia tiene dispositivos de entrada de información, otros de procesamiento y también presenta dispositivos de salida. El teclado, el mouse y el scanner son medios de entrada, dispositivos que convierten señales analógicas en digitales. El scanner, por ejemplo, barre con un haz de luz la superficie de una fotografía y la convierte en un entramado de celdas, cada una de ellas es una de las muestras que menciona Negroponte. A cada una de esas celdas -llamadas "píxeles"- la computadora le asigna un valor numérico -un número de base binaria- que corresponde con su ubicación en el conjunto y el color que debe tomar. El teclado también convierte la señal de cada tecla, que para nuestros sentidos es una letra del alfabeto convencional, en una señal eléctrica de base binaria.
Una vez que las señales son traducidas a impulsos binarios, pueden ser modificadas por el software, a través de los dispositivos de procesamiento, como el microprocesador y la memoria RAM, entre otros. Una vez que este conjunto cumple con la tarea encomendada, la información vuelve al usuario mediante los dispositivos de salida, que la analogizan.
De nada serviría que como respuesta a un requerimiento, la computadora nos responda con una larga cadena de unos y ceros. Esa información digital se transforma en colores y formas en el monitor o en una hoja impresa.
El multimedia es posible porque, siguiendo al director del Media Lab, "hemos conseguido digitalizar cada vez más tipos de información, auditiva y visual, por ejemplo, reduciéndolos de igual manera a unos y ceros"[5]. El sentido del tacto ya forma parte de estos desarrollos, gracias a los avances de los proyectos de realidad virtual. Si alguna vez resultase posible digitalizar los olores, un producto multimedia podría estimular un sentido que hasta el momento se ha mantenido al margen de esta revolución.
En el mundo analógico, la información auditiva tiene características propias que la distinguen, por ejemplo, de la información visual. El modo en el que esa información se transmite en el ambiente es muy distinto entre una y otra. Cuando todas esas señales analógicas se digitalizan, se igualan, ya que están formadas por bits. Y los bits se pueden combinar fácilmente, permitiendo la aparición del multimedia.
[1] Sartori, Giovanni: Homo Videns. La sociedad teledirigida. Ed. Taurus. Madrid, 1998.
[2] Vaughan, Tay: Todo el Poder de Multimedia. Ed. Mc Graw-Hill. 2ª. Edición. México, 1994.
[3] En inglés significa "Tela de Araña Mundial", y es el conjunto de páginas creadas en lenguaje HTML (Hyper Text Mark-up Language) que ofrecen contenidos multimediales a través de Internet.
[4] Negroponte, Nicholas: "Ser Digital". Ed. Atlántida. Buenos Aires, 1995. Pág. 22.
[5] Ibid. Pág. 22.

No hay comentarios: